Doctrina, Revista 144

Gobernanza Ética de la IA en Materia Registral Automotor

por Claudia Mariela Urruti, Registro Seccional Neuquén Nro. 4, Neuquén.

Normalmente llamamos inteligencia a la capacidad para entender o comprender algo, también a la habilidad para resolver problemas. A esta definición regularmente solemos asociarle otra cuestión relativa al contexto en el que se toma la decisión. Percibimos que alguien ha tomado una decisión inteligente cuando la persona ha tenido en cuenta una serie de variantes contextuales de muchas clases, además del mero análisis de datos que procesa nuestro cerebro. Una de ellas es, sin duda, la ética[1].Los algoritmos de la IA son capaces de analizar datos e incluso pueden llegar a conclusiones mejor fundadas teniendo en miras los antecedentes que han sido dispuestos. Justamente aquí radica el objeto del presente, cuales son los datos que pueden ser dispuestos, que tipo de análisis o método se utiliza, cual es la regulación de los mentados, cómo la ética estaría asociada a la figura del registrador, entre otras cuestiones que en contexto de análisis y consecuente conclusión se expondrán.

Concepto y Análisis de IA.

Una de las mayores dificultades de estos días radica en principio, en entender de qué se trata y cómo funciona la afamada IA. Esta problemática engloba en general a los grandes fenómenos de esta época, a saber, por ejemplo, que sucede con el metaverso. Sucintamente la IA consiste en hacer predicciones futuras basándose en datos que tienen su naturaleza en el pasado. Esas predicciones las realizan algoritmos que tienen la capacidad de aprender de patrones que se encuentran en esos datos. Por eso, es dable afirmar que sin datos no existe IA y de allí que se los puede llegar a considerar la fuente de energía de nuestra era. Los algoritmos como secuencia de pasos, importan una especie de compliance o protocolo que debemos seguir para alcanzar un resultado.

Consideraciones Genéricas.

La primera vez que se utiliza el término “Inteligencia Artificial” (IA) fue en el año 1956, en la conferencia de Dartmouth, organizada por el matemático estadounidense John McCarthy, se introduce el concepto “Inteligencia Artificial”, el cual es definido como “la ciencia e ingeniería de hacer máquinas inteligentes”. En 1957 Frank Rosenblat diseña la primera “red neuronal artificial”. Para 1961, Marvin Minsky (cofundador del laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts) publica el artículo “Steps Towards Artificial Intelligence”. En la década de los años ochenta, concretamente en 1982, el Ministerio de Comercio Internacional e Industria de Japón comenzó a crear una “computadora de quinta generación” cuya característica era realizar muchos cálculos utilizando paralelismo masivo. Posteriormente, poco a poco comenzaron a perfeccionarse los sistemas inteligentes dentro de los ordenadores y aparecen los primeros programas de conversación, como el proyecto ALICE (Artificial Linguistic Internet Computer Entity), cuyo creador fue el científico estadounidense Richard Wallace. En 1997 la empresa IBM crea el superordenador Deep Blue, diseñado para jugar ajedrez y que consiguió ganar al campeón mundial, Gari Kaspárov.  Ya en el siglo XXI, en 2005, usando la ley de Moore, Raymond Kurzweil predijo que las máquinas alcanzarán un nivel de inteligencia humana en el año 2029 y pronostica que para el 2045 habrán superado la inteligencia de nuestra civilización en un billón de veces. Se estima que para ese entonces la IA habrá alcanzado su máximo potencial, convirtiéndose en una “Súper Inteligencia Artificial”. Se espera que, para ese entonces los cerebros de los humanos estén conectado a “la nube”. Se podría decir entonces que estamos encauzados en la “Cuarta Revolución Industrial”.[2]

Desde entonces y hasta la fecha, dicha tecnología ha logrado desarrollarse gracias a otros avances tecnológicos como el almacenamiento y procesamiento de macrodatos, el razonamiento lógico, el procesamiento del lenguaje, la computación, internet, entre otros.

Todos estos avances tecnológicos han modificado nuestra manera de pensar, diseñar, producir, comercializar e incluso de cómo nos comunicamos. Los avances tecnológicos desarrollados dentro del campo de la IA están ocasionando grandes transformaciones en el conjunto de las sociedades, tanto en los ámbitos: jurídicos, políticos, económicos, sociales y culturales. Este hecho ha originado un cambio en nuestra forma de relacionarnos, tanto como personas como a nivel de gobiernos. En consecuencia, se ha producido un cambio de paradigma. El actual sistema de gobernanza nos muestra a nuevos actores geopolíticos, que muchas veces no los tenemos identificados como tales o no dimensionamos su poder económico y geopolítico en la toma de decisiones de la agenda global y en los asuntos internacionales: Big Tech Companies (utilizan tecnologías disruptivas como la IA).
Ejemplos de ello: Primavera Árabe, ciber ataques a Estados Unidos, Estonia, el ataque al Capitolio o campañas de información, desinformación y contra desinformación (Brexit, procesos independentistas, guerra Rusia-Ucrania). La llamada Industry 4.0 surge como concepto en los países desarrollados durante la segunda década de los años 2000 como respuesta de política industrial frente a la revolución de las tecnologías de la información y comunicación.

IA: Un Cambio de Paradigma.

La utilización de sistemas de estilo trae aparejados un cúmulo de problemas asociados en principio, a la utilización de datos sensibles. Aquí los derechos humanos detentan especial protagonismo. Los principios sobre los cuales se cimientan las sociedades democráticas tienen implicancia directa en la libertad.  La libertad conforma la estructura de la voluntad, es decir, se esgrime como un elemento de imperio para la creación de actos válidos y oponibles a terceros.

A saber y como muestra palmaria de este cambio de paradigma, que podríamos llamar “Panóptico[3] 4.0”, diremos que en las redes sociales el contenido ocupa un lugar de privilegio, la revisión de ese contenido es sustancial. Lo que se conoce como Hate Speech (discurso de odio), incita, promueve, justifica el odio, la violencia y la discriminación contra una persona o grupos de esas personas, formando además concepción de realidad (cuestión que afecta de pleno la libertad aludida). La supervisión es de claro necesaria, aquí existen factores humanos y tecnología, así como también los algoritmos que han pasado a dominar en espectro de control y vigilancia. Claramente entonces la técnica de moderación de contendido en redes que contribuya en el control aludido presenta fallas. Las mentadas fallas afectan a la libertad de formación de pensamiento, de expresión, transparencia informativa, por ello es necesaria la presencia de un marco normativo. Estas estructuras legales, entre otras cosas, deberán establecer reglas claras en la formación de programas, en todas sus etapas y teniendo en miras además la transparencia de sistemas, con auditorias y evaluaciones algorítmicas sobre todo en los datos sensibles que se presentan en estudio. El algoritmo de recomendación marca especial tendencia a la hora de formar convicción, lo traemos a colación en este espacio a luz de la formación de opinión. Excede claramente el marco del presente, pero es dable destacar teniendo formal compromiso con la actividad registral que nos convoca, el diagrama en medios, las noticias, sobre todo si evaluamos los peligros de la IA visible y lo propio en la IA invisible.

La visión de IA es limitada, restringida, es importante dilucidar conceptos, ya que para una maquina ser inteligente representa una significación de claro diferente respecto de lo que importa el mismo término para un humano. Las maquinas necesitan mucho para logar muy poco.

IA, Debate Ético y Concepción Social.

La Unión Europea ha introducido una nueva legislación sobre inteligencia artificial: La Ley de IA de la UE sienta las bases de la regulación en contexto y trae a debate a la ética de la Inteligencia Artificial, colocándola en una posición novedosa con marcada perspectiva social.

Gabriela Ramos, Directora Adjunta de la UNESCO se ha referido en relación advirtiendo “La inteligencia artificial es la capacidad que están adquiriendo las computadoras con base en una disponibilidad mayúscula de datos de almacenamiento, de datos en la nube y de modelos computacionales muy poderosos de realizar actividades que se acercan a la inteligencia humana. Son capaces de producir análisis, reconocer patrones de comportamiento, hacer predicciones y recomendaciones. […] Estamos frente a una tecnología que, además, es muy difundida y afecta todos los rubros de nuestra vida. No es un sector, no es una herramienta, es una tecnología que permea en todos los sectores, en toda la economía, en toda la sociedad, muy, muy difundida, en todo el mundo. […] Cuando hablas de la utilización y la manipulación de los datos, la desinformación, y el objetivizar a la gente, o el espionaje masivo, o la notación social o la manipulación neurocognitiva, esos ya son problemas mayores, pero también tienen que ver con una falta de regulación. […] Para nosotros el tema no es la tecnología, es la sociedad y es la gobernanza de las tecnologías. […] Es muy preocupante porque estas tecnologías tienen una gran capacidad de conocer quién eres, qué haces, que te gusta, a dónde vas, con quién sales, todo está registrado. Si esto cae en manos autoritarias o dictatoriales puede ser muy peligroso, esto no es más que una razón más para tener reglas que protejan los derechos humanos. […] El debate de la ética de la Inteligencia Artificial no es tecnológico sino social”.[4]

Gobernanza Ética.

La gobernanza ética de la inteligencia artificial implica establecer principios y normas que guíen el desarrollo y uso de la IA de manera responsable y justa. Esto incluye garantizar la transparencia, la equidad, la responsabilidad y el respeto a los derechos humanos. La gobernanza ética busca prevenir el mal uso de la IA, asegurando que beneficie a la sociedad en su conjunto y no perpetúe desigualdades o discriminación.

Para que los beneficios de la IA se materialicen plenamente y vayan más allá de unas pocas personas en unos pocos países, es necesario que existan facilitadores a nivel mundial. Garantizar que la IA se utiliza para el bien común y que sus oportunidades se distribuyen equitativamente requerirá una acción gubernamental e intergubernamental que incentive la participación del sector privado, el mundo académico y la sociedad civil. Cualquier marco de gobernanza debería establecer incentivos a nivel mundial para promover objetivos más amplios e inclusivos y ayudar a identificar y afrontar las desventajas.

El desarrollo, despliegue y uso de la IA conlleva riesgos, que pueden afectar a muchos ámbitos a la vez. Conceptualizamos los riesgos relacionados con la IA en relación con las vulnerabilidades; esto ofrece una perspectiva que implica definir las agendas políticas basadas en la vulnerabilidad y en los nuevos grupos vulnerables que con la implementación de la misma se podrían generar.

 Actualidad en Materia de IA a Nivel Mundial.

A nivel mundial, varios países y organizaciones están trabajando en regulaciones y directrices para asegurar el uso ético de la inteligencia artificial:

Unión Europea: ha propuesto una Ley de Inteligencia Artificial[5] que establece requisitos estrictos para los sistemas de IA, clasificándolos según su riesgo y regulando su uso en áreas como la vigilancia biométrica y la toma de decisiones automatizada. La inteligencia artificial (IA) en la Unión Europea (UE) ha avanzado significativamente y se ha convertido en un área clave para el desarrollo tecnológico y la innovación.

Algunos puntos destacados sobre la IA en la UE:

Marco Regulatorio; en agosto de 2024, entró en vigor el Reglamento de Inteligencia Artificial de la UE, que establece normas armonizadas sobre IA. Este reglamento aborda los riesgos para la salud, la seguridad y los derechos fundamentales de los ciudadanos y proporciona requisitos y obligaciones claras para los desarrolladores e implementadores de IA. La Ley de IA es el primer marco jurídico integral sobre IA en todo el mundo. Su objetivo es fomentar una IA fiable y garantizar que los sistemas respeten los derechos fundamentales y los principios éticos. La UE aspira a ser líder mundial en IA segura, desarrollando un marco reglamentario basado en los derechos humanos y los valores fundamentales. La UE ha implementado medidas para apoyar a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) en el desarrollo de una IA fiable que respete los valores y normas de imperio.

Los desafíos que se plantea son los siguientes;

Sobrerregulación: Algunos expertos argumentan que la regulación estricta en Europa podría frenar el potencial de la IA y dificultar la competencia con otros mercados.

Cumplimiento Normativo: Las empresas deben ser conscientes de los riesgos legales y técnicos asociados con la implementación de IA, y deben asegurarse de cumplir con las normativas vigentes.

La UE está comprometida en equilibrar la innovación y la regulación para garantizar que la IA beneficie a la sociedad de manera ética y segura.

Estados Unidos; aquí la inteligencia artificial avanzó considerablemente y se ha convertido en un área de gran interés tanto para el sector privado como para el gobierno. Algunos de los puntos destacados sobre el desarrollo de la IA en EE.UU son, Generative AI; Automatización Industrial; Salud y Medicina. El número de regulaciones relacionadas con la IA en EE. UU ha aumentado significativamente en los últimos años. En 2023, hubo 25 regulaciones relacionadas con la IA, en comparación con solo una en 2016. En cuanto a la legislación estatal, estados como California, Colorado y Utah han aprobado leyes específicas para la gobernanza de la IA, que entrarán en vigor en los próximos años. Las empresas de IA han captado miles de millones de dólares en financiación, con OpenAI liderando con una inversión de $10 mil millones de dólares de Microsoft. La industria de la IA en EE. UU es altamente competitiva, con muchas startups innovadoras buscando capturar el mercado. Sin embargo, también hay un enfoque creciente en promover la equidad y la diversidad dentro del ecosistema de startups de IA. Estos desarrollos muestran cómo la IA está transformando diversas industrias y cómo el gobierno y el sector privado están trabajando juntos para regular y promover su uso ético y responsable.

China, en contexto adoptó un enfoque proactivo con regulaciones centradas en la seguridad y el control del uso de la IA, enfocándose en la vigilancia y la gestión de datos. La inteligencia artificial en China ha avanzado significativamente en los últimos años. Empresas como 01.AI están compitiendo con gigantes internacionales como OpenAI. China también ha logrado superar las sanciones de EE.UU y obtener los chips avanzados necesarios para el desarrollo de IA, gracias a empresas como Huawei. Esto les permite construir grandes centros de datos para el entrenamiento de modelos de IA.

Es importante verificar en estos ejemplos traídos a colación, cómo opera el sector público y el privado en los diferentes casos, diagramando en efecto las políticas de estado.

Avances Regionales en Materia de IA.

A nivel regional, diversos países de América Latina están desarrollando estrategias nacionales de IA para promover su uso ético y responsable, a saber;

Brasil; se presenta en estado significativamente avanzado en el campo de la inteligencia artificial. En agosto de 2024, el gobierno lanzó el Plan Nacional de Inteligencia Artificial, una iniciativa ambiciosa que busca invertir aproximadamente 81 mil millones de dólares en el desarrollo de esta tecnología en los próximos cuatro años. Este plan incluye la creación de una supercomputadora de última generación para potenciar la capacidad de procesamiento del país. Brasil también se ha enfocado en la ética y el desarrollo responsable de la IA, estableciendo principios éticos que guíen el uso responsable de esta tecnología. La estrategia nacional de IA del país tiene como objetivos eliminar barreras a la innovación, mejorar la colaboración entre el gobierno, el sector privado y los investigadores, desarrollar habilidades de IA y promover la inversión en tecnología.

Chile; se encuentra a la vanguardia en la materia. El país ha sido reconocido como líder en desarrollo de IA en Latinoamérica, según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) 2024. Este índice evalúa capacidades claves como infraestructura, capital humano, disponibilidad de datos y regulaciones. Chile también ha implementado una Política Nacional de Inteligencia Artificial, que incluye la creación del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) y la focalización en IA de becas de doctorado. Además, el país ha lanzado proyectos como «Algoritmos Éticos» y ha implementado redes de 5G.

Uruguay; por su parte, también está avanzando en el campo de la inteligencia artificial. El país se ha enfocado en la ética y el desarrollo responsable de la IA. En octubre de 2024, Uruguay se adhirió a la Recomendación sobre Inteligencia Artificial de la OCDE, que promueve la innovación y la confianza en esta tecnología, garantizando el respeto por los derechos humanos y valores democráticos. Además, Uruguay ha lanzado el Observatorio de Inteligencia Artificial en el Estado, con el objetivo de promover y fomentar el uso ético, responsable, seguro y confiable de esta tecnología. También se ha implementado la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial 2030, que busca fortalecer el ecosistema de IA en el país.

IA en La República Argentina.

En Argentina, la IA se está utilizando en diversas áreas, incluyendo la agricultura, la salud y la administración pública. Actualmente, no existe una legislación específica y comprensiva que regule la IA en el país. Sin embargo, se están llevando a cabo varios debates y se han presentado proyectos de ley para abordar este tema. Uno de los proyectos más destacados es el Proyecto de Ley Marco Legal para la Regulación de la Inteligencia Artificial, que busca establecer un marco legal para la investigación, desarrollo, uso y regulación de la IA en Argentina. Este proyecto tiene como objetivo garantizar la protección de los derechos humanos, la privacidad y la seguridad de los ciudadanos, fomentando la transparencia, la ética y la responsabilidad en la aplicación de la IA. Siguiendo con el tratamiento en plano normativos se señalan dos normas el Decreto 733/2018 y la Resolución 111/2019 que incorporan la noción de IA y de automatización para la gestión del sector público.  Además, el Senado de la Nación aprobó la Ley de Economía del Conocimiento (Ley Nro. 27.570) en diciembre de 2020, que tiene como objetivo fomentar la investigación, creación, diseño, producción y desarrollo de tecnologías disruptivas, como la IA.

Encontramos también Proyecto de Regulación de IA en Córdoba: Este proyecto busca normar el diseño, desarrollo, pruebas, implementación, mantenimiento de sistemas de IA en los sectores público y privados de la provincia de Córdoba. Su objetivo es proteger los derechos y libertades fundamentales, promover la democracia, garantizar la seguridad y la privacidad de las personas, y salvaguardar la salud de la ciudadanía.

SAIAConf[6]: Es un evento anual organizado por la Sociedad Argentina de Inteligencia Artificial (SAIA) que reúne a los principales especialistas y referentes de IA en Argentina. En la edición de 2024, se discutieron temas como la adopción de IA en la justicia, startups, educación en IA y más.

IA: Inteligencia Argentina del PNUD: Este proyecto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)[7] busca promover el debate público sobre el uso de IA para el desarrollo. Utiliza herramientas de IA para identificar y analizar temas en los discursos presidenciales desde el retorno de la democracia hasta la actualidad.

Proyectos en empresas: Según un informe, el 70% al 75% de las empresas y compañías privadas en Argentina planea incrementar sus presupuestos en el ámbito de la IA. Estas empresas están implementando soluciones de IA para mejorar procesos, ofrecer asistencia, concretar ventas.

El Ministerio de Justicia lanzó el Programa Nacional Integral de Inteligencia Artificial en la Justicia[8]. Este programa tiene como objetivo modernizar y optimizar los procesos judiciales y procedimientos administrativos mediante la incorporación de tecnologías innovadoras. Se espera que la IA ayude a agilizar los procedimientos administrativos y los procesos judiciales, mejorando la eficiencia y facilitando el acceso a la justicia para todos los ciudadanos.

Proyecto Prometea; Uno de los proyectos más resonantes es Prometea[9], desarrollado por el fiscal General adjunto de Buenos Aires y director del Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Este proyecto busca automatizar tareas repetitivas y mejorar la eficiencia en los tribunales. Estos esfuerzos muestran el compromiso de Argentina con la modernización del sistema judicial a través de la IA.

Sesgos Algorítmicos y Libertad.

Los sesgos algorítmicos ocurren cuando los datos utilizados para entrenar un sistema de IA reflejan prejuicios humanos, lo que puede llevar a decisiones discriminatorias. Estos sesgos pueden afectar la libertad de las personas al perpetuar estereotipos y limitar oportunidades. La libertad, por otro lado, es fundamental para la autonomía y la capacidad de tomar decisiones informadas. La mentada libertad se refiere a la capacidad de los individuos para actuar según su propia voluntad, sin coerción externa.

En contexto de la Teoría de la Voluntad es necesario verificar:

Discernimiento: La capacidad de distinguir y evaluar diferentes opciones.

Intención: El propósito o determinación con el que se elige una opción específica.

Libertad: La capacidad de llevar a cabo la decisión elegida sin interferencias.

Las preguntas que surgen seguidamente son; ¿Se presenta seguro un sistema que pudiera afectar uno o varios elementos de la teoría de la voluntad? ¿El usuario de este tipo de sistemas, encuentra amparado su derecho? ¿Quién personificaría a la ética ya descripta en estos procesos?  

Perspectiva e Impacto. Implementación de la IA en el Sistema Registral Automotor Argentino.

La implementación de sistemas de IA en el registro automotor podría afectar los derechos de los usuarios de varias maneras. Es esencial que estos sistemas sean transparentes y justos, garantizando que no perpetúen desigualdades ni discriminen a ciertos grupos de personas. La protección de datos personales y la privacidad son fundamentales en este contexto. Esto no es un mero juego de palabras, ya que el interés superior del usuario, término que ya ha sido definido y utilizado en espacios de estilo, se vería de claro vulnerado.

En principio y a saber estos sistemas no convocan a toda la sociedad, es decir no toda la sociedad posee las herramientas básicas de acceso y utilización. Estos elementos no solo se han presentado como obstáculos en este contexto, sino que han sido definidos en las conclusiones de la Asamblea General de Naciones Unidas como uno de los grandes problemas que presentan países como la Argentina[10]. La capacidad y la capacitación son otros extremos de claro ignorados en la formulación de estos sistemas. Por otro lado, es necesario tal lo descripto, el control, antes, durante y en la ejecución de estos programas. Ya que confluyen no solo cuestiones de tinte patrimonial sino datos sensibles que encuentran concomitantemente, amparo constitucional. Es por ello que la utilización de programas de IA en contexto de registración no solo debe ser guiada por las prácticas y normativa que en consecuencia se dicte, sino que además deberían ser de estricto diseñados por grupos integrales que convoquen a los especialistas en materia registral. De esta manera los algoritmos podrán ser formulados teniendo en miras los principios del derecho registral, la seguridad jurídica y el interés superior del usuario que solo podría ser tutelado con la presencia del registrador a lo largo de todo este proceso. Estos potenciales programas solo podrían asegurar los mentados principios si se encuentran supervisados por la calificación registral.

Tutela de la Ética por parte del Registrador.

El registrador o encargado de Registro tiene en proyección la responsabilidad de garantizar que los sistemas de IA se puedan utilizar de manera ética. Esto incluye:

Transparencia: Informar a los usuarios sobre cómo se utilizan sus datos y cómo funcionan los sistemas, intervenir en las consultas de estilo.

Equidad: Asegurar que los sistemas no discriminen y que todas las personas reciban un trato justo, haciendo del interés superior del usuario un real principio.

Responsabilidad: Implementar mecanismos para supervisar y auditar los sistemas de IA, garantizando que se adhieran a los principios éticos y legales. Ello teniendo en miras no solo la fase de desarrollo, sino la propia relativa al funcionamiento y administración.

La gobernanza ética de la inteligencia artificial, en la materia que nos convoca, es esencial para proteger los derechos de los usuarios y asegurar un uso apropiado y comprometido de estas tecnologías.

Tal fuera descripto, será el calificador quien podrá detentar la función de control y ética.  Será entonces y habiéndose configurado la voluntad y en interés superior del usuario, cuando se confluya en la seguridad jurídica necesaria para el funcionamiento seguro del sistema.


[1] Danessi, Cecilia. El Imperio de los algoritmos. IA inclusiva, ética y al servicio de la humanidad. Galerna. Bs As. 2022.p25

[2] Torres Jarrín, Mario. Institute of European Studies and Human Rights. UPSA.

[3] Jeremy Bentham, filósofo y escritor inglés,  creador del “Panóptico” que se hizo famoso gracias a la obra de Mitchel Focault, Vigilar y Castigar.

[4] Gabriela Ramos, Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO.

[5] https://artificialintelligenceact.eu/es/high-level-summary/

[6] https://saiaconf.ar/

[7] https://www.undp.org/es/argentina/proyectos/ia-inteligencia-argentina

[8] https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-ministerio-de-justicia-usa-inteligencia-artificial-en-beneficio-de-los-profesionales-del

[9] https://unescochair.cs.uns.edu.ar/publicaciones/prometea-transformando-la-administracion-de-justicia-con-herramientas-de-inteligencia-artificial/

[10] Septuagésimo octavo período de sesiones Tema 13 del programa Aplicación y seguimiento integrados y coordinados de los resultados de las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas

económica y social y esferas conexas. A/78/L.49. Distr. Limitada 11 de marzo de 2024 Español Original: inglés.